Cada uno de nosotros tiene un testimonio de cómo conoció a Jesús. También recordaremos lo que pasó una vez creímos y cuales fueron nuestros principales cambios. 
Todos conocemos el testimonio de personas, normalmente adictas que han cambiado, personas que se arrepintieron de sus pecados y su vida cambió por completo ante el asombro de todos. 
Otros como muchos de nosotros nos fuimos dando cuenta de que necesitábamos a Jesús y Él se dio a conocer de una manera progresiva hasta que su Espíritu nos hizo entender nuestra necesidad del Salvador. 
Pero unos y otros recordamos más o menos cómo fueron nuestros primeros pasos como cristianos, que como sabéis no tienen porqué coincidir porque Dios actúa como y cuando quiere. Por ejemplo yo soy cristiano nacido en un entorno cristiano y hasta los 14 años no me convertí. Fue una época en la que tuve que tomar decisiones importantes aunque también de mucha felicidad.
En dos artículos vamos a acercarnos a la Biblia para ver la reacción de personas muy conocidas, la  primera la mujer samaritana y en la siguiente la del endemoniado gadareno. 
mujer samaritana
La de la mujer samaritana la leemos en Juan 4 y nos vamos a centrar en dos pasajes, versículos 25 al 30  

«Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo. En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella?
Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:
Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?
Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él.»

Jesús le dice que es el Mesías, el Cristo que aquella mujer sabe que tenía que venir y ella cree, suelta su cántaro y va a decirles a los hombres quienes se quedarían asombrados, que había conocido a alguien increíble, preguntándose si no sería el Cristo. 
La mujer que por la hora o porque los hombres eran las primeras personas que encontró no tuvo reparo en declarar lo que le había pasado a pesar de lo que la gente pensaba de ella.
Si leemos el texto tranquilamente parece que fue inmediato! Escucha que Jesús es el Mesías y suelta lo que tiene, que es precisamente el cántaro con agua el principal motivo por el que había ido a la fuente y rebosando alegría se dirige a la ciudad a contar lo que le había cambiado su vida.
Los hombres, sorprendidos de su reacción le preguntarían dónde se encontraba y se acercaron a Jesús. Qué había pasado con la mujer que tenía que esconderse para ir a por agua? Había sido completamente cambiada! Aquellos hombres se dieron cuenta de que merecía la pena acercarse a conocer a Jesús.
Y seguimos leyendo en Juan 4:39-42 
«Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho. Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días. Y creyeron muchos más por la palabra de él, y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.»
Jesús se reveló a la mujer , una sola persona para que luego muchos más creyesen. La mujer cambió, se convirtió en aquella que anunció a Jesús y su comportamiento confirmó que algo había sucedido en ella que era real, que daba confianza. 
Pensemos en que aquella mujer movió el interés por Jesús y se acercaron a Él para comprobar con su propia experiencia que Jesús es el Salvador del mundo, el Cristo. 
En este ejemplo el cambio fue inmediato, no le importó que se riesen de ella porque lo que tenía que decir era más importante que todo eso. 
¿Qué pensamos nosotros del evangelio? ¿Creemos que es algo fundamental para las personas? ¿Cual es nuestra reacción actual a la persona de Jesús? 
¿Tenemos interés en comunicar y que todos descubran las buenas noticias que una vez nos sorprendieron como a estas personas? 
Pensemos en estas cosas porque nos ayudarán a tomar decisiones.
En la siguiente entrada conoceremos la reacción del endemoniado gadareno que podéis comenzar a leer en Lucas 8:26-39
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